Construir multiplicidad

por Gustavo Adolfo Carabajal

LIGA 20: Nicolás Campodonico (Arg). Alternativas simultáneas
Fotografía: Rafael Gamo

 

Me disponía a escribir sobre la intervención en un espacio con ventanas y termino por rendirme para comentar un elogio a lo múltiple y a lo simultáneo. Una ventana es siempre la ocasión de imaginar un lugar de observación, un punto de vista privilegiado para ver las cosas que se encuentran fuera de nosotros, como espectáculo. Es un elemento de la arquitectura que nos permite aferrarnos, desde el lugar donde estamos, a todo aquello que nos rodea. Si se vive de esta manera, el reconocimiento de lo sorprendente en la realidad se transforma en el tema principal del quehacer del arquitecto.

Carlos Emilio Gadda sabía que, en literatura, “conocer es insertar algo en lo real y, por lo tanto, deformar lo real”. De ahí su típico modo de representar y la tensión que crea entre él mismo y las cosas representadas, de manera que cuanto más se deforma el mundo bajo sus ojos, más se compromete.

Introducir en el espacio puesto a disposición un objeto misterioso, una lámina que se pliega multiplicando y deformando, llevando y trayendo las ocasionales imágenes que se producen más allá es una intuición simple, por lo tanto, emocionante. Un dispositivo efímero y único para registrar la fugacidad de la vida y experimentar el estupor de las cosas elementales.

La hoja de acero altera las relaciones existentes y se suma espacialmente como una enciclopedia abierta —adjetivo que sin duda contradice el sustantivo enciclopedia, nacido etimológicamente de la pretensión de agotar el conocimiento del mundo al encerrarlo en un círculo— como paradigma de una totalidad que sólo puede comprenderse desde lo múltiple: Entender el proyecto de arquitectura contemporáneo como enciclopedia significa adoptarlo como método de conocimiento y exploración pero, sobre todo, como red de conexiones entre los hechos, entre las personas, entre las cosas del mundo.

Nicolás Campodonico pareciera haber comprendido que en nuestra época, más que en cualquier otra, a la arquitectura le ha llegado el tiempo, la tarea de hacerse cargo de esa antigua ambición de representar la multiplicidad de las relaciones, en acto y en potencia. Opta entonces por expresar la tensión con exactitud matemática así como con una aproximación a los acontecimientos humanos mediante una forma que presenta una fluidez controlada. Sueña la matemática de una solución singular.

Con esta performance, en este acto nos muestra un modo de entender el mundo contemporáneo como un sistema de sistemas en el que cada uno de estos, en singular, condiciona los otros y es condicionado por éstos. En sus obras, cada mínima parte está concebida como el centro de una red de relaciones que el ojo no puede dejar de seguir, multiplicando los detalles de manera que su desarrollo provoca infinitas asociaciones.

Sin proponérselo, representa el mundo como un enredo, una maraña o un ovillo. Me consta, por admisión propia, que no sigue la seducción de una forma. Ésta, como resultado, llega siempre como punta necesaria de la madeja. Razón de un mundo del cual participa con elegancia y discreto compromiso, sin atenuar en absoluto su inextricable complejidad o, mejor dicho, la presencia simultánea de los elementos más heterogéneos que concurren para determinar este específico desafío.

 

 

LIGA 20: Nicolás Compodonico (Arg)