LIGA 27: José Cubillas (Pry). Ambapy
Fotografía: Luis Gallardo
El hombre imaginario
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar el corazón
del hombre imaginario
(Nicanor Parra 2011: 272)
La deriva acontece cuando dado un determinado rumbo, éste se altera descubriendo un destino final distinto, diferentes mecanismos accionan el derivar como acción perteneciente a una trayectoria en el ámbito de la geografía y orientación. Este suceder en la acción, se proyecta sobre el pensar, el pensar se constituye desde las palabras. El conocimiento se forja en el pensar, y este se acrecienta desde la ampliación del vocabulario, en el derivar de las palabras a través de mecanismos de adición como la prefijación o sufijación, se crean ampliantes elementos léxicos nuevos.
Ejemplificando. Si las mores son las costumbres, las costumbres hacen al acostumbramiento, y éste al acostumbrado que ejerce en el hábito, habitualmente, en el habitar en un hábitat, que lo define como habitante, que habilita un espacio en habitación donde mora, en el espacio de las mores, en las que se habitúa como morador, para haber con habilidad morada, la morada es la casa, la casa es la construcción cubierta destinada a ser habitada, construcción en el juntos disponer la protección de los hábitos; construir en el fuero interno del morador hará al instruir, y la instrucción en su repetición industria y como herramienta se convertirá en instrumento, este promoverá el orden jerárquico que mantiene unidos en relación las partes y al todo hasta átomos y moléculas en una estructura, en la materia que estructura y nos instruye en su construcción habitual, en su propósito que nos es revelado, en lo que acostumbra, en sus mores.
En el derivar no sólo se representa la estructuración de nuestro lenguajeo, nos enseña la lógica con la que pensamos y la necesidad que tenemos de ir aumentando el palabreo en la medida en que vamos conociendo y haciendo de la adquisición del conocimiento la herramienta causal para construir propósito y con ello mundo.
Como seres lenguajeantes, con el pensar damos aliento, con el aliento animamos, con el animar otorgamos ánima, el ánima es el alma. Somos esta deriva que hace sentido y esencia, estructura y espíritu que se construye en el hablar, en el conversar juntos en la coordinación de acciones que necesitamos producir juntos para el hacer o el pensar.
Con la palabra, desde la matriz, se llama a la materia en la voz mater, invocando al material como materia con un propósito, la evocaremos en madre, y con ella describiremos la madera. Así la materia será la madre del material, su matriz se corresponde con la causalidad que le resulta, la materia madre dará propósito, construirá el sentido de su estructura al darle aliento, le animará a lo que desde ahí será su alma, su costumbre, será su moral y le dará morada, habitará en su sentido haciéndola habitante, construirá la extensión en lo que habita, la materia madre del material, tendrá el hábito de ser habitualmente aquello que deriva como su esencia, como su alma, tendrá su morada en su estructura.
Esta deriva esencial acompaña nuestro existir, en lo cotidiano de nuestros haceres y pensares, así la tierra materia mater de la que somos, animada será material para construir, para juntos disponerla en morada, morada como casa que protege nuestros hábitos, que nos permiten el habitar habitual. Pero también nos permite nuevas aproximaciones, expandiendo su estructura y su sentido de instrucción e instrumento.
Joseto es un gran animador, su hacer otorga sentido a la materia, con ella construye, construye en el juntos disponer de la materia haciendo casas, moradas que van más allá de su extensión en el espacio, como buen animador y con espíritu animista, otorga alma y causalidad a las cosas, las cosas se descubren en su esencia habituando nuevas razones, así construye la costumbre de la tierra en una viga, al hacerlo ésta se vuelve su morada, la tierra tendrá su casa cuando logre ser en esencia y se disponga por ello a serlo, construyéndola como instrumento para instituir, y habiéndola en su hábito habitual, habitará en su casa, en la morada de las cosas.