Intervención «Piñatas replicantes»
Uriel Fogué y María Jerez
9 de junio, 2017
La historia de la piñata, un objeto tradicional, es la prueba de cómo un ritual popular se ha configurado a partir de una cadena creativa de malentendidos: una sucesión de asimilaciones y apropiaciones de un ritual extranjero, que se ha ido interpretando, de diferentes maneras, en culturas dispares, en distintos tiempos y en espacios remotos. Es difícil precisar el origen de este ritual de encuentro y celebración. Según Marco Polo, las piñatas son de origen chino. Pero sabemos que de ahí viajaron a Italia, de Italia a España, de España a México, etc. La naturaleza de la piñata es ilegítima.
Durante estos días hemos fabricado dos piñatas bastardas. Hemos hecho el camino de vuelta: de México a España. Tras explorar el desbordante universo chilango de las piñatas, hemos procedido a fabricar una réplica imposible en Madrid. A través del WhatsApp, hemos intercambiado los planos de la piñata dibujados con emojis y caracteres gráficos. Apoyándonos en el malentendido, hemos generado dos réplicas. Una, es el malentendido de la otra. Son gemelas, pero son diferentes.
SOBRE INTERLUDIOS REMOTOS: En una era en la que incluso la instantaneidad del email ha sido superada en favor del uso de aplicaciones para teléfonos móviles (casi extensiones de nuestro propio cuerpo), que suplen la comunicación cara a cara, Interludios Remotos se formula como un proyecto acerca de cómo construir en tiempo real un vínculo entre dos puntos, a través de un lenguaje compartido y que se muestra públicamente. Interludios Remotos es una investigación sobre el espacio que hay entre nosotros, sobre la distancia que nos separa, ya sea grande o pequeña, y sobre como subvertirla a través de una conexión.