Una serie de fotografías tomadas entre 1958 y 1995, en diferentes partes de la República Mexicana, se enfocan en la convivencia entre los humanos, generalmente mujeres, y la naturaleza a través de la arquitectura vernácula. Muchos de los conocimientos culturales, las técnicas constructivas y las edificaciones indígenas retratadas en estas fotografías, lamentablemente se han perdido en la actualidad.