El Tamayo es un museo que se presta para retratarse. Ahí está la luz; ahí está su forma. Guarda y muestra bien el arte y la gente lo recorre fácil, a gusto. Con razón vemos tantas fotografías acumuladas en 40 años de edificio. Se complica, pues, cuando surge la petición de hacerle fotos vacío, como aprecio a su arquitectura y conmemoración de su apertura. Inevitablemente vienen a la cabeza los retratos de Shulman del día que las puertas se abrieron y pienso, ¿cómo, sin más que el puro edificio, se puede pensar una foto distinta y que me muestre otras cosas?
Las fotos de Ari acercan el ojo con el plano. Lo utiliza como parte de una secuencia de capas que devela, a través de una rigurosa composición, el resultado espacial del cruce de ejes que hicieron Zabludovky y Teodoro. La planta arquitectónica muestra los 45º de inclinación que hacen las líneas. Basta un dibujo, un solo plano. Hay síntesis ahí. Hacer lo mismo con una foto se complica, ya que un plano pasa a ser múltiples, que en conjunto componen espacio. Es el entre-plano y su contenido lo que Ari utiliza. La variación de luz y escala, pero sobre todo el cambio de orientación y los distintos puntos de fuga que se generan manifiestan el plano, el dibujo. Recatadamente, Ari encuadra los encuadres del propio edificio y me sienta el dibujo.
Santiago Esquivel.
Rufino prepara su lienzo y el bastidor para batir sus potentes colores, un amarillo destellante domina el godete de este día. Teodoro apunta con su índice un claro entre los árboles mientras menciona el costillar de concreto a manera de poesía, Zabludovsky con un cigarrillo largo en la boca, saca de su bolsillo un encendedor antiguo.
Para explicarlo, habría que imaginar una caja mágica, que contenga dimensiones no dimensionables con cuartos que se extienden debajo de la tierra, como si de raíces se trataran, con luz bailando en su interior, neutral y constante para fungir de telón de grandes obras de arte.
Una serie de reinterpretaciones de grandes artistas, acaban de congelar la fugacidad de décadas de historia, de recuerdos, de vivencias, el cúmulo de experiencias que nos tienen en este lugar, ahora comulgan en un mismo formato.
Santiago Martínez.